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I. INTRODUCCIÓN El sector industrial ocupa un lugar fundamental en la economía de un país, pues son precisamente las pequeñas y medianas empresas las que permiten una economía equilibrada entre el sector privado y público. La industria, como centro económico, permite el desarrollo y crecimiento de otros sectores de la nación; sin embargo, para ello es indispensable un plan financiero estratégico diseñado por cada compañía, y que, al mismo tiempo, requiere de un trabajo continuo, estable y sobre todo organizado por parte del Estado. En ese sentido, con el presente trabajo de investigación, se busca promover el conocimiento y resaltar la pertinencia de una política industrial y la implementación de políticas públicas, que permitan alcanzar un crecimiento industrial el cual conduzca a la economía a un cambio de su estructura productiva y a mayores tasas de crecimiento. Para lograr nuestro objetivo, partiremos por precisar el concepto del tema abordado, para luego hacer referencia a la política industrial, tanto en nuestro país, como en diversos países del Mundo. Finalmente, se procederá desarrollar lo relativo a la competitividad industrial presente entre las diversas localidades continentales, así como algunas reflexiones respecto a las políticas industriales adoptadas y el impacto que estas generan.
DIAPOSITIVA N°02 A. CAPÍTULO I (MARIO CASTILLO). II. ¿QUÉ ENTENDEMOS POR POLÍTICA INDUSTRIAL? Los principales especialistas en política industrial entienden por política industrial el conjunto de políticas basadas en el argumento de ‘industria infantil’, que incluye políticas comerciales, lineamientos en la asignación de recursos financieros, políticas de ciencia y tecnología, políticas de compras gubernamentales, políticas hacia la inversión extranjera directa y políticas sobre derechos de propiedad intelectual. Pero, estos mismos autores, también agregan otras políticas como la llamada “ingeniería institucional”, que moldea la naturaleza de los agentes económicos, los mecanismos de mercado y las reglas bajo las cuales operan. III. PAPEL DE LA INDUSTRIA EN LA ERRADICACIÓN DE LA POBREZA. El impacto generado por la industria en la erradicación de la pobreza, la sostenibilidad medioambiental y la seguridad alimentaria está definido fundamentalmente por el patrón
de industrialización que un país elija seguir. Por consiguiente, urge una estrategia a largo plazo que ponga en práctica un marco de condiciones políticas, legales y económicas estables, que cree incentivos en el diseño de políticas para invertir en educación, infraestructuras, calidad de producto, soluciones agrocomerciales, innovación y capacidades empresariales. La toma de acciones concretas dependerá de los desafíos específicos de cada país, los fondos existentes, así como de los niveles de integración en el sistema económico global. Tomando en consideración aquello que resulta más relevante para los diseñadores de políticas en la actualidad, cómo mantener el crecimiento, aumentar la participación de sus países en el comercio internacional y la globalización, crear empleos perdurables que generen ingresos y lograr el bienestar general de su gente, no nos sorprende que la formulación de políticas industriales siga siendo la máxima prioridad alrededor del mundo. En todos los niveles de desarrollo, la industria debe ser un motor principal para luchar contra la pobreza, garantizar la seguridad alimentaria y prevenir la polarización y la fragmentación social. DIAPOSITIVA N°03 IV. IMPORTANCIA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN. La importancia medular del sector industrial en el desarrollo económico radica en que su actividad induce a procesos de aprendizaje en el oficio. La productividad en las actividades de bienes manufacturados aumenta conforme aumenta la producción acumulada (aprendizaje), no obstante, en virtud del agotamiento del aprendizaje se presentan rendimientos decrecientes, lo que implica que la productividad es baja al inicio y crece a tasas decrecientes que tienden a cero. Aparte de la productividad, la alta absorción de la ciencia y la tecnología y el incremento del aprendizaje en la práctica, la industria cuenta con la ventaja de los eslabonamientos productivos, también conocidos como “enlaces”, es decir, fuerzas que inducen a la inversión y también como variable que determina, junto con el ingreso y la demanda, la toma de decisiones empresariales tanto en el sector público como en el privado. Este efecto arrastre de la industria se debe también a su mayor componente tecnológico, por tanto, la diversificación de las actividades intensivas en tecnología promueven un mayor uso de la ciencia y la tecnología que repercute en el mayor aprendizaje en la práctica, lo cual aumenta directa o indirectamente la productividad del tejido empresarial en su conjunto, y de ahí, el gran valor estratégico de la industria en el desarrollo económico. La ventaja del sector industrial radica también en su capacidad de expansión a través del comercio internacional, mientras que los servicios se encuentran confinados al mercado interno y por tanto existe una relación directa entre la exportación de bienes manufacturados y el crecimiento económico.
Las economías que direccionan sus esfuerzos a configurar una estructura productiva con base a la industria manufacturera y tienden a desarrollar actividades complejas, cuentan con una mayor ventaja en el mercado exterior frente a las economías que no lo hacen, toda vez que las actividades que componen el sector secundario emplean técnicas diferentes y resultan en grandes diferenciales de productividad en el capital y el trabajo. DIAPOSITIVA N°04 V. EL ESTADO E INDUSTRIALIZACIÓN. A lo largo de la historia el Estado ha jugado un papel medular en el desarrollo económico de los países del centro al emplear las políticas públicas industriales y esto deja en firme que el papel de los gobiernos va más allá de la corrección de las fallas del mercado y en cambio, debe intervenir para garantizar la infraestructura que cree los mercados y les permita funcionar correctamente incluso, se puede afirmar la imposibilidad de un desarrollo partiendo de condiciones iniciales desfavorables sin el accionar de un Estado que cree o permita crear las condiciones necesarias para la acumulación. (pág. 152 Importancia del Sector Industrial). En la totalidad de los países occidentales el Estado ha jugado el rol cardinal como constructor de infraestructura para ampliar los mercados y permitir la acumulación de capital y como promotor del cambio técnico. Incluso en América Latina el papel del Estado fue crucial para el crecimiento industrial. 5.1. En Inglaterra y Francia. En el caso de Inglaterra, el Estado intervino para favorecer la marina mercante y los cambios internacionales. A pesar de que el desarrollo industrial estaría en manos de la iniciativa privada el desarrollo industrial no ocurrió bajo los dictámenes del libre mercado. En el caso de Francia, el Estado constituyo el único cliente de las manufacturas, favoreciendo con subvenciones a los mercaderes que quisieron fundar empresas, además de incentivar a la nobleza y al clero a otorgar crédito, mientras que, por otro lado, desarrolló la enseñanza técnica. 5.2. En Estados Unidos. En el caso de Estados Unidos, el Estado jugó un papel crucial al implementar políticas públicas de educación que buscaron profundizar “la educación practica” y los conocimientos de ingeniería y ciencia. La ley Morril (1862) fue un ejemplo de fomento a la “instrucción ingenieril mediante la donación de terrenos públicos a cada Estado para que costease una o varias escuelas”. 5.3. En el Estado Asiático. La experiencia del Este Asiático también atestigua la importancia de la participación activa del Estado; se hicieron intervenciones en el tipo de cambio, en el sector financiero para elevar el ahorro y conducirlo a la inversión, y se crearon políticas industriales, agrícolas y comerciales selectivas conducentes al aumento de la productividad mientras se redujeron los salarios para impulsar las exportaciones y sustituir importaciones; gracias a estas
políticas se ha logrado tener grandes productividades en los sectores transables y bajas en los servicios; con crecimientos del producto cercanos al 10 % y de la renta per-cápita del 8 % (Sarmiento, 2011). China, Japón y Corea del Sur se desarrollaron gracias a un proceso de industrialización caracterizado por la fuerte intervención del Estado, formación de capital humano, innovación y el conocimiento VI. BREVE REFERENCIA A LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL EN EL PERÚ. La actividad industrial en el Perú es todavía insuficiente y poco agresivo para fomentar el desarrollo de nuestra nación, sin embargo, poco o nada se ha hecho por los sectores correspondientes para ser considerados como una actividad estratégica de desarrollo ni mucho menos estar dentro de la agenda de urgencias del gobierno. Hoy el mercado de libre competencia en países en vías de desarrollo es un arma de doble filo sobre todo cuando nos encontramos con una industria nacional totalmente desprotegida, sin ningún tipo de metas y objetivos concretos, sin ningún horizonte claro como estrategia de desarrollo nacional, con impuestos asfixiantes y recesión galopante que sin duda llevan al endeudamiento y la desocupación como producto de los despidos por paralizarse grandes infraestructuras industriales y las que operan solo están funcionando en un 40% como máximo de su total capacidad. El comercio y la industria; incluidas las empresas transnacionales, desempeñan una función crucial en el desarrollo social y económico de un país. Un régimen de políticas estables estimula al comercio y a la industria a funcionar en forma responsable y eficiente y a aplicar políticas de largo plazo. La prosperidad constante, un objetivo fundamental del proceso de desarrollo, es principalmente el resultado de las actividades del comercio y la industria. Las empresas comerciales, grandes y pequeñas, de los sectores estructurado y no estructurado, proporcionan oportunidades de intercambio, empleo y subsistencia. Se considera que, para que el país salga del subdesarrollo deberá impulsar y fortalecer su industria manufacturera, allí donde se da el valor agregado a los productos primarios que son las materias primas, para esto es de mucha importancia el diálogo continuo con las industrias que quedan operativas, es decir que vienen sobreviviendo en nuestro país, donde se encuentra el personal y los ejecutivos idóneos quienes están llanos a impulsar el desarrollo del país y lo tienen todo claro que con un pequeño cambio de algunas variables claves de producción manufacturera, es posible el desarrollo sostenible del Perú, cuyo reto únicamente depende de unas pocas variables endógenas y exógenos que son factibles de manejar aun en países como el nuestro. La integración del sector industrial en el desarrollo sostenible de la nación está, inmersa en la trilogía Sector Industrial, Gobierno y Sociedad Civil, en este ultimo la participación y la revaloración de las universidades en el campo de la Investigación y Desarrollo Tecnológico para procesos industriales, para ello plantemos la coordinación permanente mediante sesiones técnicas de trabajo entre estos sectores involucrados para planificar, a corto, mediano y largo plazo referente a la modelo de industrias que deseamos tener
partiendo de los que ya tenemos y crear nuestro propia marca industrial registrada "Made in Perú" con políticas nacionales e internacionales agresivas que van desde el Benchmarking, el merchandising y sus correspondientes planes de acción y su puesta en marcha de la misma.