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Description
LA
NATURALEZA E
I más
impersonal de los respetos morales
el círculo más exterior de los círculos
concéntricos que
el respeto a
acabamos
de recorrer es
la naturaleza. No se trata ya de
la naturaleza humana, de nuestro cuerpo; Sino de
la naturaleza exterior al hombre
se A aldunos hasta parecerá extraño que
haga entrar en
la moral el respeto
reinos mineral, vegetal y ecordarse que estos
a
los
animal. Pero debe
reinos
constituyen la
escenario orada humana, el
de
nuestra
vida
El cuidado del ambiente y la El gran poeta
mexicano
preservación del
tínez dice: ".Y quitarás,
equilibrio ecológico de la naturaleza
piadoso,
son indispensables
Enrique González Mar
tu
sandalia
para no herir las del camino."
piedras
para nuestra
supervivencia.
No hay que tomarlo, na-
turalmente, al pie de la letra. Solo ha querido decir que
procuremos pensar en serio y con intención amorosa, animados siempre del deseo de no hacer dañno, en
Cuantas cOsas nos rodean y acompañan en la existen cia, así sean tan humildes como las piedras.
Dante,
de los mayores poetas de la humanidad, Su pone que, al romper la rama de un árbol, el tronco le uno
reclamay le grita: "iPor qué me rompes?". Este simbolo ayuda a entender cômo el hombre de conciencia
nos
moral plenamente cultivada siente horror por las muti laciones y destrozos. En
verdad, el espiritu de maldad asoma ya cuando en turbiamos una fuente de agua clara, o echamos inmun dicias a los ríos o desechos tóxicos al mar; o cuando
arrancamos ramas de los árboles por sólo
fuerzaso Cuando contribuimos todos
necesitamos;
de los casos en
a
ejercitar las
ensuciar el aire que
cuando matamos animales fuerd que nos sirven de alimento; o cuanao o
torturamos por crueldad a los animales domésticos, bien nos negamos a adoptar los un
poco
en su
trabajo.
prácticas
que
alivie
Ccte respeto al mundo natural que habitamos, a las
cosas de la tierra, va creando en nuestro espíritu una conciencia de la importancia que tiene para todos la
Dreservación de la ecología, esto es, de la relación que existe entre los organismoS ViVOs y el medio ambiente. Al mismo tiempo, este respeto nos despierta un hábito
de contemplación amorosa que contribuye a nuestra felicidad y que, de paso, desarrolla nuestro espíritu de
observación y nuestra inteligencia. Pero no debemos quedarnos con los ojos fijos en la tie-
ra. También debemos levantarlos a los espacios celestes. Debemos interesarnos por el cielo que nos cubre, su régimen de nubes, lluvias y vientos, sus estrellas nocturnas.
Cuando un hombre que tiene un jardín ignora los nombres de sus plantas y sus árboles, sentimos que hay en él algo de salvaje; que no se ha preocupado de labrar la estatua moral que tiene el deber de sacar de sí mismo.
Igual diremos
cielo y los nombres de El
del que
ignora las estrellas de suu sus constelaciones.
cuidado del ambientey la preservación del equili-
brio
ecológico de
la naturaleza son indispensables para nuestra supervivencia. Y el amor a la morada humana
es
una
na ha
garantía moral, es una prenda de que la persoalcanzado un apreciable nivel del bien: aquel en
que se confunden el bien y la belleza, la obediencia al
dndamiento moral y el deleite en la contemplación estetica. Este punto es el más alto que puede alcanzar, en el
mundo, el ser humano.
EL
VALOR
MORAL Hay un sentimiento que acompañala eocistencia humana y del cual ningún
apiritu claro puede desprenderse. Hay cosas que dependen de nosotros
yhay cosas que no dependen de nosotros. No se trata ya de los actos
propios y ajenos, de lo que yo puedo hacer y de lo que tú puedes hacer. Se treta de lo que escapa al poder de los hembres todos, de cualquier hombre
puede ser de orden material, como un rayo o un n terremoto; o de orden sentimetal, como la amarqura o el sufrimiento, inevitables en toda existencia Fllo
por
mucho que acumulemos elementos de
de orden
intelectual,
como la
deshacer con mentiras, y que
verdad, que a
veces
humana.a,
felicidad:
o
no es
posible hasta puede con
trariar nuestros intereses o nuestros deseos. El respeto a la verdad es, al mismo la más alta cualidad tiempo, moral y la más alta cualidad intelectual. En esta dependencia de algo tros, el creyente funda su
ajeno
religión;
doctrina que
y superior a nosoel filósofo, según la
profese, ve la mano del destino o la ley del univers0; sólo el escéptico ve en ello la obra del azar. En la conversación diaria, solemos llamar a esto, simplemente, el arrastre de las circunstancias.
Sin
una
Tal
resignación
dosis de respeto para lo que escapa a la voluntad humana, nuestra vida sería inmposible. Nos destruiríamos en rebeldías estériles en cóleras sin objeto. es una
parte de la virtud. El compe-
netrarse de tal respeto es conquistar el valor moral y la serenidad entre las desgracias y los contratiempos.
Los antiguos elogiaban al varón fuerte, capaz -como
decía el poeta Horacio- de pisar impávido sobre las ruinas del mundo. El poeta mexicano Amado Nervo, re-
Sumiendo en una línea la filosofía de los estoicos, ha escrito: "Mi voluntad es una con la divina ley". El poeta británico Rudyard Kipling nos presenta asi el retrato del hombre de temple, que sabe aceptar las
desgracias sin por eso considerarse perdido:
S1. Si no
pierdes la calma cuando ya en la están derredor todos y perdiendo contigo se ci tienes fe en ti escudan, mismo cin
cuando
negarles derecho a seguir enlossuotros dudan,
ci no te
harta
la
espera
y
error; sabes esperar;
calumniado, nunca incurres en mentira; si aquantas que te odien sin la ni dadas de muy sabio o de cegarte ira muy singular si sueñas, mas tus suenos no si.
te
ofuscan del todo se agota;
si tu razón no duerme ni en razonar si sabes afrontar el triunfo la
y derrota, entrambos impostores tratarlos de igual modo si arrastras que adulteren tu
ya
credo los malvados mal de la gente necia para y desprevenida; la o, arruinada obra a que diste la vida, constante la levantas con útiles mellados; si no te atemoriza, cuando es menester, a cara o
cruzjugarte
y
perder
tus
riquezas,
y con resignacion segunda vez empiezas a
rehacerlas todas
sin
hablar del ayer;
Si dominas tu ánimo, tu temple y corazón para que aun te sirvan en plena adversidad,
y SIgues adelante, porque tu voluntad
grita: "Adelante!", en medio de tu desolación; SI no logra embriagarte la turba tornadiza, y aunque trates con principes, guardas tu sencillez;
Si amigos ni enemigos nublan tu lucidez,
ayudes, ninguno te esclaviza; Si en el fugaz minuto no dejas un vacio con tu huella, y marcas los sesenta segundos la tierra es toda tuya y cuanto hay en ella, hombre, hijo miO eso- jtodo un yseras -más SI, aunque a todos
que
Traducción
retocada
de
por
Eduardo
Alfonso
lturbide,
Reyes.
I3
PRIMER
RESUMEN
CARTILLA MAR
hambre es superior al animal tiene conciencia del hien. El bien no debe conrundirse porque con nuestro provecho. Al bien debemos sacrificarlo todo, gusto o nuestro si los
hombres
no
fueramos capaces del bien humana, ni familia, ni patria, ni sociedad.
El bien
es
el
estos deberes es el mal
a
habría persona
conjunto de nuestros deberes morales. Estos
obligan a todos los hombres de todos los
cia
no
deberes
pueblos. La desobedien-
El mal lleva su castigo en la propia vergüenza y en la desestimación de nuestroS semejantes. Cuando el mal es grave, además, lo castigan las leyes con penas que van desde la indemnización hasta la multay la cárcel.
La satisfacción de obrar bien es la felicidad más firme y verdadera. Por eso se habla del "sueño del justo". El que tiene la conciencia
tranquila duerme bien. Además, vive contento de sí mismo y pide poco de los demás. La sociedad se funda en el bien. Es más fácil vivir de acuerdo con sus leyes que fuera de sus leyes. Es mejor negocio ser bueno que
ser malo. Pero cuando obrar bien nos cuesta un sacrificio, tampoco de-
bemos retroceder. Pues la felicidad personal poco vale ante felicidad común de la especie humana que es el bien. El bien
nos
obliga a
obrar con rectitud,
a
decir la verdad,
a
esa
conducirnos
obliga a ser aseados y decorolaboriosos y cumplidos en el trabajo, respeSOs, corteses y benévolos, podemos dar. El bien tuosos con el prójimo, solícitos en la ayuda que
Con buena intención.
nos
obliga
Pero también
asimismo a
ser
nos
educados en lo posible. discretos, cultos y
tenemos bondad natural. Todos para el bien es la con instinto debe completarse instinto de la bondad. Pero este conocimienadquisición de la educación moral y con la cultura y intencion. tos. Pues no en todo basta la buena
La
el
mejor guía
4 Z
La moral humana es el código del bien. La moral nosobliga a una serie de respetos. Estos
respetos estan unos contenidos dentro de otros. Van desde el
mas próximo hasta el más lejano.
Primero, el respeto a nuestra persona, en cuerpo y alma. El respeto a nuestro cuerpo n o enseña a ser limpios y
moderados en los apetitos naturales. El respeto a nuestra alma resume todas las virtudes de orden
espiritual.
Segundo, el respeto a la familia. Este respeto va del hijo
2
a sus padres y del menor al mayor. El hijo yel menor ne-
cesitan ayuda y consejo de los padres y de sus mayores. Pero también el padre y la madre deben respetar al hijo dandole sólo ejemplos dignos. Y lo mismo ha de hacer el mayor con el menor.
3
Tercero, el respetoa la sociedad humana en general, y a la sociedad particular en que nos toca vivir. Esto supone la urbanidad, la cortesía y el compañerismo y, al mismo tiempo, evitar abusos y violencia en nuestro trato con el projimo.
4
Cuarto, el respeto a la patria. Es el amor a nuestro país y la obligación de defenderloy mejorarlo. Este amor no es
contrario al sentimiento solidario entre todos las pueblos. Es el campo de acción en que obra nuestro amor a
la humanidad. El ideal es llegar a la paz y armonía entre
todos los pueblos.
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Quinto, el respeto a la especie humana. Cada persona es como nosotros. No hagamos a los demás lo que no más alta manifestación queremos que nos hagan. La del hombre es su trabajo. Debemos respetar los pro-
ductos del trabajo, cuidar los bienes y servicios públiel cos y evitar desperdicios. Cada objeto producido por hombre supone una serie de estuerzos respetables.
Sexto, el respeto
a
la naturaleza que
nos
rodea. Las
merecen inanimadas, las plantas y los animales cuanto hay en nuestra atención inteligente. La tierra y
COsas
ella forman la casa del hombre. El cielo, sus nubes y sus
estrellas forman nuestro techo. Debemos cuidar las animales domésCOsas, el aire, el agua, las plantas, los ticos. Todo ello es el patrimonio natural de la especie humana. Aprendiendo a amarlo y a estudiarlo, vamos
aprendiendo de paso
a ser
más felices y sabios.
La Cartilla Moral se terminó de de con un tiro de
2019,
bond de 75 g
imprimir y encuadernar en el mes de a 8,500,000 ejemplares impresos sobre pape
compuesto con tipografía GMX y Montserral.
sto
GOBIERNO DE
MEXICO
BIENESTAR | EDUCACIÓN
RYARIA DE BINESTAR
SeCRETARIA DE EDUCACIÓN PUBLICA
i
N